El tribunal estaba formado por profesores de la escuela y durante sus 40 minutos de preguntas solo mostrarón lo enormemente lejos que se encuentran de la realidad. Viven en su mundo de pizarras y clases repetidas y desconocen por completo la realidad de la empresa y lo que hoy en día el mercado demanda de un ingeniero. Esa fue mi sensación.
Despues de presentar un proyecto de geoposicinamiento de olores basado en los principios de la tecnología ubicua para adaptarlo a un coche turístico, lo cual es cuanto menos novedoso. Tuve que responder a preguntas del tribunal tan patéticas como:
-«¿Se le entrega al usuario del coche un chubasquero para que no se moje con la emision del olor?»
-«¿Y si el usuario es alérgico a los olores?»
Y sorportar expresiones, que faltan al respeto, como:
-«Haré un acto de fé para creer lo que me está contando»
-«El cacharro ese» (refiriendose al prototipo en el que he trabajado durante meses para que funcione)
Este tipo de preguntas y expresiones, bajo mi punto de vista no tienen ni que comentarse pero a mi me dejarón completamente fuera de juego cuando me las realizaron puesto que he invertido mucho tiempo en la conceptualización y realización de mi proyecto. Pero esto es lo que hay que aguantar!
Moraleja, donde se aprende es trabajando y viendo el mundo real de la empresa y no en un aula escuchando tonterías de gente que se creen seres superiores. (aunque no se pueda generalizar)
Toro
gracias a profesoruchos como los que tu dices mi vida como estudiante fue un autentico desastre, jajaja enhorabuena chaval
Jose Luis
Estoy contigo.
La universidad nunca avanzará hacia la sombra de las grandes universidades extranjeras mientras no saquen la cabeza la mayoría de los profesores de sus antiguas pizarras y vean el mundo que les rodea.
Y en especial el mundo de la empresa que es, al fin y al cabo, quienes deben contratar a los ingenieros que «supuestamente» ellos forman.
Enhorabuena por tu título.