Vamos descubriendo prácticamente cada hora que pasa nuevas formas de aprovechamiento y generación de energía. Las dos últimas que más me han llamado la atención han sido la lámpara Gravia y la Revolution Door.

Gravia es una lámpara de LEDs en la que se combina la energía de la gravedad y la del hombre para generar luz durante más de 200 años. Impresionante pero muy simple, esta lámpara dispone de un peso que se sube manualmente y baja gracias a la gravedad pero de forma muy lenta. Este desplazamiento va haciendo girar un generador magnético de alta eficiencia que le proporciona energía para más de cuatro horas de luz que equivale a una bombilla de 40W. Una idea muy llamativa que nos permitiría ahorrar mucha energía de la que gastamos a diario en iluminación. Si combinamos todo esto al diseño tan llamativo que tiene, aparece un producto perfecto para nuestro hogar 2.0.

Revolution Door es un proyecto de fluxlab para convertir la energía que transmitimos a una puerta giratoria a la hora de abrirla o cerrarla en electricidad. En principio está diseñado para puertas giratorias pero porqué no usarlo en todas las puertas de nuestras casas. ¿Cuantas veces abrimos la puerta de la entrada de nuestra casa? ¿y la del frigorífico?¿y la del baño? Podríamos convertir nuestra casa en una planta de energía sin hacer ningún esfuerzo más del que realizamos. Evidentemente hoy en día está energía que podríamos conseguir es prácticamente despreciable, pero igual dentro de 10 años la tecnología nos permite conseguir mucha energía de gestos que repetimos muchísimo a diario.

Viendo estas aplicaciones sólo me ronda por la cabeza una pregunta ¿a cuantas cosas le aplicamos energía a lo largo del día?